Desde agosto de 2024, Francia y otros países europeos enfrentan una nueva epidemia de fiebre catarral ovina (FCO), una enfermedad viral transmitida por los mosquitos
Pierre Bellagambi, presidente de QISTA, fue invitado al Challenge Business Talk para presentar nuestra visión del control ecológico y preventivo de los mosquitos. Nacida en
Para gran alivio de sus ciudadanos, la ciudad de Hyères se equipó para el verano de 2019 con 157 terminales antimosquitos que se colocaron estratégicamente en los barrios más infestados tras un estudio de campo realizado por expertos de Qista.
La ciudad de Carpentras está equipada con 11 terminales antimosquitos inteligentes y, según demuestran los comentarios en la página de Facebook de la ciudad, los habitantes parecen haber recibido la noticia con entusiasmo.
En los últimos cuatro años, las autoridades sanitarias y los habitantes de Vaucluse habían constatado una proliferación del mosquito tigre en la zona. Todo el departamento estaba colonizado, incluida la ciudad de Carpentras.
Más allá del problema de incomodidad que suponía, se trataba de un tema de salud pública debido a que el mosquito tigre es vector de graves enfermedades víricas como el dengue, el chikungunya o el zika. Ante la necesidad de luchar contra el mosquito tigre, la ciudad de Carpentras decidió actuar.
LA CIUDAD DE CARPENTRAS SE ORIENTA HACIA UNA SOLUCIÓN ECORRESPONSABLE E INTELIGENTE
Las técnicas habituales de eliminación de mosquitos a gran escala suelen consistir en dispersar productos químicos neurotóxicos en grandes cantidades, sin ninguna selectividad precisa con respecto al insecto objetivo. El impacto de estas pulverizaciones y fumigaciones sobre la biodiversidad son catastróficos, pero estas soluciones habían sido hasta ahora las únicas que eran eficaces en grandes áreas.
La ciudad de Carpentras prefirió orientarse hacia una solución ecológica, selectiva (que solo capture el mosquito hembra, el que pica) y no tóxica para los seres vivos.
El periódico La Provence dedicó un artículo a la noticia en su edición del 9 de agosto.
Qista instaló así 11 trampas para mosquitos alrededor de los principales depósitos de retención de agua para limitar la proliferación del insecto. La innovación de la solución Qista es que cada terminal está conectado para poder realizar un seguimiento estadístico de las capturas y la eficiencia.
Para mayor comodidad, las trampas para mosquitos instaladas en Carpentras son completamente autónomas porque se alimentan con paneles solares. También están protegidas contra actos de vandalismo (antirrobo y antigrafiti).
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