Reconocible por sus rayas blancas y negras, el mosquito tigre está presente actualmente en 67 departamentos. Esta especie, que llegó a Francia en 2004, es extremadamente invasiva. Sólo se necesita un poco de agua para que la hembra ponga cada día cientos de huevos, que a su vez son resistentes a condiciones extremas. Humedad y calor, este tipo de clima es ideal para la especie. Además, los huevos de mosquitos son más resistentes a las bajas temperaturas que otras especies. Por eso su proliferación se acelera en tiempos de tormenta.
El mosquito tigre está fuertemente representado en el barrio sureste, donde fue detectado por primera vez en Francia. Debido a la situación económica, las vacaciones en Francia fueron especialmente populares durante el verano de 2022. La costa se convirtió en una de las favoritas de los franceses. Según un estudio de PAP Vacances, el número de viajeros aumentó un 23% en la región PACA y un 20% en Occitania.
Destinos favoritos de los franceses, las ciudades del sur de Francia se han visto fuertemente afectadas por las molestias. Durante las vacaciones resulta especialmente difícil protegerse de los mosquitos. En casa disponemos de mosquiteras, enchufes antimosquitos, espirales antimosquitos, etc. Sin embargo, en la terraza de un restaurante o mientras acampamos, somos vulnerables a los ataques de mosquitos. Algunas personas son aún más sensibles: niños y bebés, personas alérgicas a los productos repelentes de mosquitos aplicados localmente.
Mosquiteras, spray repelente, enchufes antimosquitos, espirales, las soluciones tradicionales que podemos poner en casa no son o apenas son adecuadas en vacaciones.
Ante estas limitaciones, el terminal antimosquitos de Qista es la solución óptima. La terminal funciona con una bombona de CO2 reciclada y señuelos que atraen a los mosquitos reproduciendo los olores corporales que buscan. Los señuelos se adaptan según el tipo de mosquito presente: mosquito tigre o mosquito común. Pensando en venir a picar a un ser humano, la hembra del mosquito se acerca al terminal de mosquitos y se ve absorbida por la red de captura. Esto evita la puesta y proliferación de mosquitos. En lugar de actuar sobre las larvas de mosquitos, como mediante fumigación, el terminal rompe el ciclo de reproducción aguas arriba. Instalada antes del verano, la terminal ayuda a proteger a los clientes durante toda la temporada, al reducir la población de mosquitos. Protege así a toda la familia y no requiere contacto con la piel. Los productos utilizados no suponen ningún riesgo de intoxicación para humanos o animales, y además protegen el ecosistema circundante gracias a la tecnología de captura selectiva. Instalados en redes, varios terminales pueden crear una zona de protección de más de 500 metros cuadrados. Los terminales se pueden controlar directamente desde un smartphone. El mantenimiento puede ser realizado íntegramente por Qista.
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